Pianos, pianos y más pianos; fue un profesor, compositor y virtuoso pianista polaco, considerado uno de los más importantes de la historia y uno de los mayores representantes del Romanticismo musical.
Su maravillosa técnica, su refinamiento estilístico y su elaboración armónica se han comparado históricamente, por su influencia en la música posterior, con las de Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Johannes Brahms, Franz Liszt o Serguéi Rajmáninov´.
Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt (representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo), el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.
Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición.
El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Luigi Cherubini y Vincenzo Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.
Se inició en el estudio del piano a los cuatro años y a los ocho ya ofrecía un concierto privado en Varsovia. Con doce años, Chopin ya había actuado en los salones de muchos aristócratas polacos y creado composiciones originales.
Más adelante realizó estudios de armonía y contrapunto en el conservatorio de su ciudad.
Su primera obra publicada data de 1817.
Dio sus primeros conciertos el año 1829, en la ciudad de Viena.
Prácticamente todas sus composiciones son para piano. Aunque expatriado, siempre fue leal a Polonia, un país desgarrado por las guerras; sus mazurcas reflejan los ritmos y melodías del folclore polaco.
Su música se caracteriza por las dulces y originales melodías, las refinadas armonías, los ritmos delicados y la belleza poética. Frédéric Chopin elevó la mazurca (escribió 60) y la polonesa (13) a la categoría de música de concierto. Las fuentes del compositor fueron su propia vida y la trágica historia de su país.
Para finalizar con éste pequeño Blog, les comparto una Playlist que podemos escuchar en Spotify:
Con información de diferentes fuentes, soy Edgar R de R para PhoenixDiurna.